Esta festividad se celebra desde 1995 el primer sábado de agosto. Surge a raíz de un apagón eléctrico la nochevieja de 1994, durante la cual los/as vecinos/as de la localidad tuvieron que tomarse las doce uvas a la luz de las velas. No era el primer apagón que sufría esta localidad, ya que llevaban tiempo arrastrando problemas en el suministro eléctrico, lo que diferencia a este apagón del resto es que fue en una fecha muy señalada donde los diferentes comercios y negocios del municipio sufrieron pérdidas económicas muy importantes. Los/as vecinos/as hartos de esta situación decidieron celebrar una reunión para tratar el tema, durante esta reunión un empresario del municipio dijo a modo de broma “vamos a tener que celebrar la nochevieja en agosto”, un periodista que acudió a la reunión lanzo un reto a los/as vecinos/as “no sois capaces de hacerlo”, estas palabras tuvieron tal repercusión sobre los/as vecinos/as que decidieron llevar a cabo la idea. En un principio para reivindicar el problema que tenían con el suministro eléctrico y que la compañía les ofreciera una solución. Lo que los/as vecinos/as desconocían era la repercusión que iba a tener la celebración de esta fiesta. Desde aquel momento esta fiesta ha quedado reflejada en el calendario berchulero. Esta fiesta cuenta con todos los ingredientes propios de una fiesta totalmente invernal, hay belenes por todo el municipio montados por los/as vecinos/as, uvas, champán, mantecados, turrón, anis, nieve artificial, cabalgata de reyes magos, villancicos, en definitiva toda una mezcla que da como resultado una fiesta que en septiembre de 2020 la Junta de Andalucía declaro como fiesta de interés turístico.
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