San Pantaleón es la principal fiesta del pueblo por ser el patrón, se celebra los días 27 y 28 de julio. La particularidad de esta celebración reside en la alegría, que se palpa en el ambiente, el municipio acoge a una gran cantidad de personas en su mayoría hijos/as del pueblo que viven fuera. Los preparativos empiezan con antelación. Bastante antes de que lleguen las fiestas, los/as vecinos/as pintan sus casas y visten el pueblo de gala para esos días. A partir del día 18 y hasta el día 26 de julio se da comienzo a una serie de actos religiosos (novenas) en honor al santo. Durante la celebración religosa del 25 de julio tiene lugar una ofrenda floral al santo. El día grande de esta festividad tiene lugar el 27 de julio donde se desarrollan los principales actos religiosos. Comienza el día con un pasacalles por las calles del municipio amenizado por la banda de música y con el disparo de cohetes a lo largo de todo el recorrido. A las 12h tiene lugar la celebración de la santa eucaristia en honor a “San Pantaleón”, donde la iglesia se queda pequeña para acoger a todos los fieles. Ese mismo día a las 21h con el repique de campanas y el sonido de las tracas, más de medio centenar de costaleros/as se encargan de portar la imagen del santo colocada previamente en unas andas por las calles del pueblo. A mitad de la estación de penitencia más o menos se realiza un cambio de costaleros/as. A lo largo de todo el recorrido se lanzan cohetes (en su mayoría se tratan de “mandas” peticiones que la gente a hecho al santo a lo largo del año) y que pagan de esta manera, la gente le grita a su paso “¡Viva San Pantaleón! ¡Viva nuestro patrón! ¡Viva San Pantaleón bendito!”, se producen lanzamientos de petalos de flores a su paso y numerosos aplausos cuando los costaleros/as realizan los diferentes levantamientos del paso. Después de la procesión y a la llegada al templo sus costaleros/as y fieles se despiden de él hasta otro año. Por la noche tiene lugar en la “Plaza Constitución” la verbena amenizada por dos grupos musicales. Al día siguiente se vuelve a realizar un pasacalles amenizado por la banda de música y el disparo de cohetes, al mediodía en esta misma plaza tiene lugar la comida popular, hace años esta comida era elaborada por los habitantes del municipio (migas con sardinas), en la actualidad para la realización de esta comida la comisión de fiestas (encargada de organizar la fiesta) contrata a una empresa y esta hace arroz. Por la tarde en la “Plaza Padre Emilio” se da paso a la celebración de los juegos populares (corrida de cintas a caballo, corrida de cintas con bicicleta y cucañas) y ya para terminar estas fiestas por la noche en la “Plaza Constitucón” tiene lugar la verbena amenizada por dos grupos musicales.
Sobre este santo existen dos leyendas una de ellas tiene que ver con su sangre y la otra con el robo de la imagen durante la guerra civil.
La leyenda de su sangre es la siguiente: en el Real monasterio de la Encarnación de Madrid se conserva, dentro de una ampolla de cristal, una pequeña porción de la sangre de San Pantaleón (en aquella época las personas que durante su vida hacían milagros a través de la religión y eran veneradas por la gente, representaban para los emperadores, reyes…. un problema y la solución que la mayoría de ellos aplicaba era levantar una acusación falsa sobre esa persona, arrestarla y torturarla hasta morir, y eso fue precisamente lo que le pasó a este santo. Por eso la gente recogía y guardaba la sangre derramada de este mártir durante su tortura en pequeños frascos como reliquia y veneración a esa persona) durante todo el año esta sangre permanece en estado sólido, pero cuando llega el día 27 de julio esta sangre pasa a ser líquida. Antes de la guerra civil en la iglesia había una ampolla con sangre del santo, pero durante la guerra civil esta ampolla desapareció. La otra leyenda sobre la imagen se desarrolla durante la guerra civil, un grupo de hombres robaron la imagen y se la llevaron, pero cuando salieron del término municipal de Bérchules se dieron cuenta de que la imagen pesaba más y de que eran incapaces de continuar transportandola, hicieron una prueba y volvieron un poco atrás y se dieron cuenta de que la imagen dejaba de pesar tanto, volvieron a probar a continuar con su camino pero les ocurrió exactamente lo mismo al salir de Bérchules la imagen se hacía muy pesada por lo que dedujeron que la imagen no quería abandonar Bérchules y decidieron devolverla a su lugar.
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